El comercio electrónico en Argentina no dejó de crecer: durante 2024, el canal digital aumentó un 181% en volumen, impulsado principalmente por la migración del consumo desde las tiendas físicas hacia las compras online, en un contexto económico donde el consumidor necesita comparar precios y acceder a facilidades de pago para defender su poder adquisitivo
Sin embargo, este crecimiento no significa que vender online sea sencillo. Hoy, tener una tienda no alcanza. La verdadera diferencia está en cómo se paga, cómo se entrega y cómo se acompaña al cliente durante todo el proceso. Los compradores son cada vez más inteligentes, buscan cuotas, envíos claros, experiencia móvil fluida y confianza en el servicio.
Por eso, en este artículo reunimos 10 estrategias concretas, actualizadas a la realidad del mercado argentino, para ayudarte a aumentar las ventas, mejorar la conversión y fortalecer la rentabilidad de tu e-commerce.
1. Antes de vender: optimizá la experiencia en móviles (Mobile-First)
El comercio electrónico argentino dejó de ser “web” para transformarse en m-commerce. Hoy, la pantalla principal de compra es el celular. En 2024, el 71% del volumen del e-commerce provino de dispositivos móviles, una proporción que sigue aumentando a medida que el consumidor se vuelve más digital, más comparador y más sensible a la experiencia de compra.
• El usuario navega y decide rápido.
• Compara precios entre tiendas y marketplaces sin abrir nuevas pestañas.
• Tiene cero tolerancia a la espera: si la página tarda, cierra y sigue buscando.
• La decisión de compra no se toma en un escritorio: se toma en el colectivo, en el break, en la cama o mientras mira TV.
Esto implica un cambio profundo: No alcanza con que tu sitio se vea bien en el teléfono. Debe estar diseñado para ser comprado desde el teléfono. La misma persona que mira el producto en desktop muchas veces termina comprando desde el celular porque es lo que tiene en la mano en ese momento.
Puntos clave a revisar en tu tienda
No una lista larga: solo lo que realmente mueve la conversión.
1. Velocidad real en móvil: Lo que tarda en cargar para vos con Wi-Fi no es lo que tarda para el comprador en su teléfono. La recomendación: apuntar a menos de 3 segundos.
2. Navegación simple, sin sobreinformación: Pensá en pantallas chicas. Cada elemento ocupa espacio. Menos texto, menos menú, menos pasos = más ventas.
3. Botones grandes y visibles: El usuario navega con el pulgar. Si tiene que hacer zoom o apuntar con precisión es una mala señal.
4. Checkout corto y sin pedir datos innecesarios: Si obligás a crear cuenta o pedir 12 campos de datos… abandonan.
5. Integración de pagos pensada para móvil: Billeteras digitales, pago con 1 clic, cuotas visibles antes del checkout.
2. El checkout como palanca de conversión: cuotas, medios de pago y confianza
En el comercio electrónico argentino, la venta no se define únicamente por el producto ni por el precio final. La decisión real sucede en el checkout. Ahí es donde el usuario decide si puede permitirse comprar. Por eso, en nuestro mercado, el factor decisivo no es tanto “qué vendo”, sino cómo permito que se pague.
Los estudios recientes muestran que el consumidor argentino elige activamente tiendas que ofrezcan financiación y promociones como forma de sostener su consumo diario
Lo que un checkout tiene que cumplir hoy
Más que sumar funciones, se trata de eliminar obstáculos.
• No obligar a crear cuenta: El registro obligatorio es una de las principales causas de abandono. Permitir comprar como invitado mejora el flujo y acelera la decisión.
• Mostrar las cuotas desde la ficha de producto: Cuando el usuario ve el valor financiado desde el principio, disminuye la sensación de riesgo y aumenta la predisposición a comprar.
• Integrar métodos de pago que la gente ya usa en el celular: Las billeteras digitales tienen una adopción altísima porque permiten pagar en segundos y sin fricción. Esto es clave en un país donde el 71% de las compras online se realizan desde el celular
• Ser transparente con envío y costos finales: Si el usuario descubre un costo oculto en la última pantalla, abandona.
Para muchas marcas, ofrecer cuotas puede sentirse como “perder margen”. Sin embargo, cuando se mide su efecto en tasa de conversión y recurrencia, el resultado es claro: las cuotas amplían la base de compradores y aumentan la frecuencia de compra.

3. Precios dinámicos en un mercado inflacionario
La combinación de inflación, variación de costos logísticos y actualización constante de listas de proveedores hace que un precio que hoy parece correcto pueda quedar desfasado en pocas semanas —o incluso en pocos días. Por eso, la pregunta ya no es “cuánto vale mi producto”, sino “cómo sostengo el margen en movimiento”.
Los comercios que mejores resultados obtienen hoy son los que aplican pricing dinámico, es decir: ajustar los precios de forma periódica y estratégica según la competencia, el inventario y el comportamiento del consumidor. Estas decisiones ya no se toman “a ojo”. En nuestra agencia de ecommerce notamos que cada vez más empresas utilizan Machine Learning e Inteligencia Artificial para actualizar precios automáticamente en función de variaciones del mercado, demanda o stock disponible
Cómo funciona el pricing dinámico en e-commerce
No se trata de cambiar precios todos los días al azar. Se trata de usar reglas claras para decidir cuándo ajustar y cuánto. Los criterios centrales son:
• Margen real por producto (no promedio).
• Stock disponible (y su rotación esperada).
• Precios del competidor directo.
• Costo financiero de ofrecer cuotas.
Cuando alguno de estos factores se mueve, el precio se mueve con él. Esto protege el margen sin perder competitividad.
La relación entre precios y cuotas
Ofrecer cuotas sin interés puede sentirse como “perder margen”, pero en realidad lo que se pierde no es margen: es valor presente. El punto clave es determinar:
• ¿Cuántas cuotas puedo ofrecer sin que mi margen caiga por debajo del mínimo establecido?
• ¿Puedo compensar ese costo con un ajuste de precio base?
• ¿Conviene hacerlo para todos los productos o solo para los que tienen alta intención de compra?
El pricing dinámico permite calcular estas decisiones automáticamente, en lugar de hacerlo “a mano” o por intuición.
4. Email Marketing como motor de recurrencia y fidelización
A diferencia de las redes sociales, donde el alcance es inestable, el email llega directo a una persona que ya te eligió. Y eso cambia todo: la conversación no arranca de cero, parte de la confianza.
Ya no funciona el envío masivo y genérico. Lo que genera resultados es acompañar el recorrido del cliente, con mensajes que aparecen en el momento justo:
• cuando se registra,
• cuando compra,
• cuando no compra,
• cuando se aleja.
Es decir: automatizaciones, no campañas sueltas.
Los flujos clave que sostienen ventas
Solo estos cuatro ya marcan una diferencia medible:
1. Bienvenida: El momento de mayor atención. Presenta tu propuesta de valor y ofrece un incentivo claro para la primera compra.
2. Post-compra: No es solo un comprobante. Refuerza la confianza y sugiere productos complementarios con naturalidad.
3. Carrito abandonado: No recuerda, destraba dudas: envío, cuotas, garantía o atención directa por WhatsApp.
4. Reactivación de clientes inactivos: Un mensaje cálido y una ventaja exclusiva puede recuperar compradores sin necesidad de pagar nuevamente por atraerlos.
Un buen email no presiona: acompaña. Y cuando una marca acompaña, el cliente vuelve por decisión propia.

5. Recuperación inteligente de carritos abandonados
El abandono del carrito no es un problema técnico: es una etapa natural del proceso de decisión. Una persona puede estar realmente interesada en comprar y, aun así, frenar en el último momento. No significa que “no quiera el producto”, sino que todavía no resolvió una duda, o que algo generó fricción en el momento del pago.
A nivel global, el abandono de carrito ronda el 68% de las compras online (Baymard Institute). En Argentina, la cifra puede ser aún mayor por tres razones muy concretas:
• La necesidad de comparar precios entre tiendas.
• La búsqueda de cuotas convenientes.
• La desconfianza si el proceso de pago no se siente claro.
Por eso, recuperar carritos no se trata solo de “recordar” la compra. Se trata de resolver la pregunta que detuvo la acción. Y el momento importa tanto como el contenido:
1. Primer recordatorio dentro de la primera hora (el interés está fresco).
2. Segundo mensaje entre las 24 y 36 horas (para quienes necesitan evaluar).
3. Último toque suave a los 3–5 días, con una razón concreta para volver (no necesariamente un descuento).
No más. Después de eso, insistir desgasta.
6. Redes sociales, pero con foco en Social Commerce (no solo presencia)
Durante años se habló de “estar en redes”. Pero el escenario cambió: hoy las redes sociales no son solo un lugar para mostrar la marca, sino un canal directo de compra y conversación. El cliente no entra a Instagram para ver publicaciones. Entra para resolver, comparar y decidir, y muchas veces prefiere comprar o preguntar por WhatsApp antes que pasar por el sitio web.
Las redes no funcionan solo como vidriera, sino como punto de atención y decisión. El usuario suele hacer este recorrido:
1. Ve un producto en Instagram.
2. Consulta disponibilidad, envío o cuotas por mensaje.
3. Si la respuesta es clara, compra.
4. Si la respuesta tarda, abandona y busca otra marca.
No hace falta producir contenido todos los días para vender. Lo que sí hace falta es: responder rápido, resolver dudas concretas y guiar a la persona hacia el cierre.
Integrar tienda + redes + WhatsApp
Aquí aparece la pieza clave: conectar el catálogo y el proceso de compra con los canales donde la gente ya está. Ejemplos prácticos que realmente mueven la aguja:
• Catálogo cargado en Instagram Shop para permitir explorar sin salir de la app.
• Botón de WhatsApp visible en la ficha de producto para aclarar cuotas o envíos en el momento.
• Mensajes preconfigurados simples (no robots agresivos).
• Derivar al checkout solo cuando la decisión ya está tomada.
Primero se conversa. Después se cierra.
Tu tienda ya está vendiendo, pero puede vender más.
Optimicemos la experiencia y la conversión con especialistas de Buhomedia. Sin fórmulas mágicas: con proceso, claridad y estrategia.
7. Influencers y creadores: credibilidad antes que alcance
Durante mucho tiempo, la lógica fue “cuantos más seguidores, mejor”. Hoy sabemos que eso no garantiza ventas. Lo que moviliza la decisión de compra no es la fama, sino la confianza. Y la confianza no se construye desde arriba, sino desde la cercanía.
Por eso, los micro y nano influencers —personas con comunidades pequeñas pero activas— suelen generar mejores resultados que figuras masivas. No porque lleguen a millones, sino porque llegan a personas que realmente escuchan lo que recomiendan.
En un mercado como el argentino, donde el consumidor compara todo y está atento a lo auténtico, un mensaje “casero, cotidiano, real” tiene mucho más impacto que una producción perfecta con tono publicitario.
No se trata de enviar productos y esperar “posteos”. Se trata de construir experiencias que se puedan demostrar.
Un esquema simple y efectivo es:
1. Probar: la persona realmente usa el producto.
2. Contar: comparte la experiencia en su propio lenguaje.
3. Mostrar: incluye proceso, uso, resultados, dudas.
4. Reforzar: la marca amplifica ese contenido (no lo reemplaza).
Esto es importante: la marca no debe corregir la voz del influencer.
8. Contenido y SEO: no publicar más, sino publicar lo que ayuda a comprar
Tener un blog no sirve “porque Google lo recomienda” ni porque “hay que producir contenido”. Un blog sirve cuando resuelve las preguntas que un comprador real se hace antes de decidir. Si el contenido no ayuda a avanzar en la decisión, no posiciona y no vende.
Hoy, la clave del SEO en e-commerce no está en atraer cualquier tráfico, sino en atraer el tráfico con intención de compra. Es decir, personas que ya están evaluando alternativas y necesitan claridad para dar el siguiente paso.
No funciona:
• Hablar de “la historia de la marca”.
• Hacer notas generales sin utilidad práctica.
• Repetir lo mismo que dice la ficha de producto.
Sí funciona hablar de lo que ayuda al usuario a decidir:
• Qué producto elegir según su necesidad.
• Cómo usarlo correctamente.
• Qué tener en cuenta antes de comprar.
• Cuál es la diferencia entre modelos o marcas similares.
• Cómo calcular el costo real de envío o cuotas.
Cuando el contenido se orienta a resolver una duda concreta, deja de ser marketing y se convierte en servicio. Y cuando la marca se percibe como servicio, no como presión, la confianza aparece.
9. Logística y post-compra: donde realmente se define la satisfacción
En e-commerce, la venta no termina cuando el cliente paga. Termina cuando recibe el producto. Según los datos recientes del sector, el 75% de los compradores prioriza el tiempo y la claridad en la entrega al momento de elegir entre una tienda y otra. Es decir: no siempre gana quien tiene el precio más bajo, sino quien ofrece certeza.
Hoy, la diferencia competitiva no está en prometer envíos “rápidos” o “seguros”, sino en ofrecer tranquilidad. Tranquilidad es que el cliente sepa cuándo va a llegar, quién lo trae, cómo puede seguirlo y a quién puede contactar si algo se desvía. La incertidumbre genera ansiedad, y la ansiedad genera reclamos, rechazos y distancia.
Por eso, lo más importante no es tener el proveedor de logística perfecto (eso no existe), sino acompañar la entrega del mismo modo en que se acompaña la venta. Si la marca avisa cada instancia sin que el cliente tenga que preguntar, la relación se fortalece. Si el seguimiento es fácil de ver y entender, baja la ansiedad. Si ante un imprevisto la respuesta es humana, cercana y sin vueltas, el cliente siente que el vínculo no termina en la compra, sino que continúa.
10. Fidelización: donde se juega la rentabilidad real
Conseguir un cliente nuevo siempre cuesta más que mantener a uno que ya confió. Sin embargo, muchas tiendas ponen casi toda su energía en atraer tráfico y muy poca en cuidar la relación con quienes ya compraron. Ahí es donde se pierde valor. La fidelización no es un programa de puntos ni una tarjeta digital: es la sensación de que la marca reconoce y valora al cliente, más allá de la transacción.
Cuando alguien vuelve a comprar, no lo hace solo porque el producto fue bueno, sino porque la experiencia fue clara, humana y predecible. La recompra ocurre cuando el cliente siente que está tratando con una marca que lo conoce, no con un sistema anónimo. Por eso, la fidelización empieza en los detalles: un mensaje después de la compra que no solo informe, sino que agradezca; una solución amable ante un problema; una recomendación pensada, no automática.
Contanos en qué etapa está tu e-commerce y trabajamos juntos
En Buhomedia sabemos que vender más en tu e-commerce no depende de hacer “más cosas” ni de estar en todos lados. Depende de optimizar pocos elementos con impacto directo en la decisión de compra: la experiencia en el celular, la claridad del checkout, la forma de comunicar los precios, la calidad del acompañamiento post-compra y la relación que construís con tus clientes.
Cuando una tienda logra transmitir claridad, previsibilidad y humanidad, la recompra deja de ser una meta para convertirse en un comportamiento natural.
Si querés implementar estas mejoras pero no sabés por dónde empezar, con nuestros servicios de marketing digital podemos ayudarte a:
• Revisar tu tienda y detectar cuellos de conversión.
• Optimizar el checkout y las condiciones de pago.
• Diseñar flujos de email que acompañen al cliente.
• Crear contenido que realmente ayude a decidir.
• Construir una estrategia de Social Commerce que genere confianza.
¡Hablemos hoy!
Preguntas Frecuentes
A continuación, respondemos algunas de las inquietudes más habituales que aparecen cuando se busca mejorar la conversión y la relación con los clientes en e-commerce.
¿Qué hace que una marca suene “cercana” y no comercial?
La cercanía no tiene que ver con hablar informal, sino con hablar con intención humana. Una marca se siente cercana cuando:
• Reconoce la situación del cliente.
• Usa un lenguaje claro, sin frases vacías ni tecnicismos innecesarios.
• Responde de manera directa, sin rodeos ni promesas exageradas.
Cuando el mensaje resuelve, en lugar de convencer, la marca se percibe como alguien que acompaña, no como alguien que busca presionar.
¿Por qué las comparaciones “vs.” convierten mejor?
Porque reflejan una situación real de compra. Cuando alguien busca “producto A vs producto B”, no está explorando: está decidiendo. Las comparaciones ayudan porque:
• Reducen incertidumbre.
• Clarifican diferencias concretas.
• Evitan sobrecarga de información técnica.
Comparar acorta el camino entre interés y decisión.
¿Cómo detectar dudas previas del comprador?
Las dudas aparecen siempre en los mismos lugares:
• En los mensajes que se repiten en WhatsApp.
• En las preguntas recurrentes en redes.
• En los clics hacia políticas de envío y devoluciones.
• En los abandonos antes de pagar.
Escuchar y registrar esas señales permite anticiparse en el contenido, en vez de responder después por urgencia.
¿Qué información del producto debería estar siempre visible?
Solo lo que afecta la decisión inmediata:
• Material, tamaño o variantes claras.
• Precio y cuotas.
• Disponibilidad real.
• Envío estimado y costos visibles.
Si el cliente necesita “buscar” esa información, se genera fricción. Y la fricción corta el impulso de compra.
¿Qué métricas me indican si el email está funcionando?
No alcanza con medir aperturas. Las métricas que importan son las que muestran acción:
• CTR (clicks): indica interés real.
• Conversión post-email: muestra impacto en ventas.
• Recompra: señala si el contenido sostiene el vínculo.
• Baja de suscriptores: alerta cuando el mensaje deja de ser relevante.
Un email funciona cuando acerca, no cuando solo “llega”.




